15 de enero de 2010

Tomasz Majeran (1971)

Bielice, septiembre 1992

Lo que cuenta es la imaginación. Tócame siquiera una vez
y creeré en tu muerte. Te digo que me toques.
Que estemos de acuerdo está ya al alcance de la mano,

de tu mano muerta. De la hierba, el musgo y las piedras
se alimenta la niebla y se enfría en el vacío marmóreo
(no sé qué quiere decir eso exactamente). La soledad

nunca es cuestión de persuasión, el paraíso perdido
sí, y sus eternos accesorios –
el inequívoco parentesco de las almas, por ejemplo. Preguntarás
en qué mundo vivo. Te respondo. Sin ti.

Y por eso lo que cuenta la imaginación. El ojo,
cuando se acostumbra a la oscuridad , se convierte
en la única fuente de luz (no sé qué quiere decir eso,
ahí en mí acuerdo para la oscuridad, la madurez lo es todo).

X.1993

De Elegía a dos voces

2 comentarios:

Hutch dijo...

El frío, el vacío, la soledad, la oscuridad ("acordada"): percepciones del ausente. Sensorial elegía. Prefiero este poema al erotismo de la poeta anterior.
Saludos.

Abel Murcia abelams77@gmail.com dijo...

Saludos, Ángel. Creo que te entiendo, aunque hay algunos versos de Wojnarowska que me parecen muy buenos.
Abrazos,

Abel